Odonatos
Boletín Mosquero, Primavera 1999, Año 10, Número 36
![]() El éxito de estas imitaciones se debe a la constante presencia de estos insectos en el agua o en sus márgenes, lo que nos permite ver a las truchas alimentándose de ellos en algún momento del día Existe sin embargo, un tipo de insectos que los pescadores en general no suelen tener en cuenta: los odonatos, los que no solo son abundantes sino que, por el tamaño de sus ninfas como el de sus adultos, son un bocado muy tentador para los peces. Esa indiferencia tal vez se deba también a la complejidad en la confección de algunas moscas que las imitan, aunque también hay modelos muy fáciles de atar. Si bien Ud. Puede lanzar a ciegas durante el día moscas
de comprobada efectividad, lo que le permite en muchos casos pescar bien, su jornada de
pesca sería más exitosa si le dedicara un poco de tiempo a la observación, lo que le
facilitaría la elección de la imitación a elegir. Fósiles sobrevivientes Se han hallado fósiles de odonatos correspondientes al período
Carbonífero y Pérmico (280 millones de años). Distribución Sobre todo el planeta, salvo en los polos. Hábitat Estos insectos en estadio ninfal prefieren habitar en aguas quietas de los lagos en zonas de juncales y fondos con abundante vegetación o tramos lentos de ríos que también contengan mucha vegetación. El período ninfal puede durar de uno a cinco años durante el cual pueden mudar su exoesqueleto de diez a quince veces. Fuera del ámbito de la pesca puede encontrárselos en cualquier charco, tanques australianos, zanjas, piletas de natación cuyas aguas no contengan cloro, etc. En zonas tropicales suelen criarse en plantas contenedoras de agua como las bromelias. Alimentación Ninfas: Tanto las de alguacil como las de libélulas son carnívoras. Se alimentan de ninfas de otros insectos, pequeños crustáceos, renacuajos y hasta pequeños peces. Poseen un labio protráctil con ganchos en su extremo, el cual impulsan hacia delante para capturar a sus presas. Se camuflan adaptando su color al del ambiente donde se encuentran. Siempre están al acecho, aunque también las hay cazadoras activas, las cuales, por sus constantes desplazamientos, están más expuestas a ser comidas. Adultos: Son también carnívoros. Cazan insectos al vuelo, consumiéndolos
durante el mismo o posándose sobre sus apostaderos que son ramas que sobresalen del agua,
puntas de juncos, etc. Es común que cuando apoyamos nuestra caña, sobresaliendo del
bote, que alguno de estos insectos aterrice sobre ella eligiéndola como apostadero;
verán que si los espantamos, en muchos casos regresan y se vuelven a posar. Eclosión La ninfa se traslada hacia la costa y sale del agua trepando por los juncos, piedras, ramas o troncos: clava las uñas de sus patas con mucha fuerza, rasga el exoesqueleto y emerge el adulto sacando la cabeza, tórax y alas, quedando colgado del abdomen. Bombea fluido hacia sus alas para que estas se estiren y sequen. Una vez fortalecidas las alas y patas, recién retira el abdomen u comienza a volar. Las mudas permanecen por mucho tiempo adheridas a ramas, juncos, etc. Lo que le permitirá al pescador encontrarlas con facilidad. Es conveniente recolectar algunas ya que nos dan la forma y tamaño exactos de las ninfas que luego podremos imitar (lleve siempre alguna cajita de plástico en su chaleco de pesca). Actividad Muy activos en días claros y cálidos de primavera y verano durante los cuales suelen vérselos en su estadio adulto sobrevolando la superficie de los lagos y ríos cazando insectos, probando sus alas después de su eclosión o depositando sus huevos en el agua. Al momento de eclosionar, sus ninfas se trasladan hacia los juncales o piedras de la costa lo que los hace más visibles y por lo tanto más vulnerables ante sus predadores. Son momentos excelentes para utilizar alguna mosca que los imite ya que las truchas se acercan a la costa en su búsqueda o en ocasiones saltan fuera del agua intentando capturar algún adulto. Esto no es constante, pero si Ud. Detecta dicha actividad, no dude en cambiar su woolly bugger por una de estas imitaciones. Si sus moscas están bien atadas, tal vez tenga una grata sorpresa. Natación de las ninfas Alguaciles (dragonflies): se trasladan caminando por el fondo o nadando a través de sifones en una suerte de propulsión a chorro, en tramos de 10 a 20 cm. por vez, por lo cual debemos recoger nuestra mosca con tirones cortos, suevas y continuos. Libélulas (damselflies): también caminan pero al nadar contorsionan su cuerpo y utilizan para impulsarse, como si fuera la cola de un pez, sus tres branquias plumosas que están ubicadas al final de su abdomen. Por lo tanto estas ninfas nadan mediante ondulaciones muy vivaces; al detenerse descienden suavemente hacia el fondo. Para imitar su natación conviene recoger la mosca con tironcitos muy cortos e intermitentes, deteniendo la recuperación de tanto en tanto; también es efectivo el agitar la puntera de la caña con golpecitos cortos haciendo vibrar nuestra muñeca. Si en alguna oportunidad logran capturar alguna de estas ninfas, deposítenla nuevamente en el agua en algún sector libre de vegetación y observen su natación, comprobando personalmente lo antedicho. Respiración Por branquias internas en los alguaciles lo que no las hace visibles. En cambio en las libélulas son muy notables y están conformadas por tres branquias plumosas ubicadas en el extremo posterior del abdomen las que siempre habrá que considerar cuando atemos una imitación de éstas. Características morfológicas en los adultos Tamaño: las medidas descriptas al principio de la presente nota nos dan
una idea de las medidas máximas alcanzadas por estos insectos actualmente. Las mismas se
refieren a variedades de zonas tropicales. Para nuestras imitaciones debemos limitarnos a
un máximo de seis (6) cm. de largo en el cuerpo de los alguaciles y de cuatro (4) cm. en
las libélulas. Aunque pescáramos en zonas donde los tamaños fueran mayores, imagínense
lo que sería lanzar una imitación de un adulto de 18 ó 19 cm. Abdomen: delgado y largo, con marcada segmentación, siendo un poco más
grueso y corto en las hembras. Características morfológicas en las ninfas Tamaño: de 2,5 a 4,5 cm. en los alguaciles y de 2 a 3 cm. en las
libélulas. Hay que considerar que dichas medidas son máximas, pudiéndose encontrar en
cualquier medida inferior a éstas. Cabeza: grande y con ojos prominentes. Caja de alas: grande, dividida en dos, a veces oblicuas hacia los lados; en otros casos paralelas al cuerpo. Para tener en cuenta Si bien nuestro objetivo de pesca suele centrarse en los salmónidos hay que tener en cuenta que en cualquier laguna o río de nuestro país los peces también se alimentan de ninfas y adultos de odonatos. Uno de los dientudos más grandes que vi en mi vida lo saqué en uno de los lagos de Palermo cuando se me dio por probar que sucedía si encarnaba con un alguacil sin utilizar boya: cacé uno y le pasé el anzuelo por el abdomen, tratando de no lastimarlo mucho. Este comenzó a volar con alguna dificultad pero alcanzó a desplazarse unos metros lago adentro. Con algunos tironcitos logré que cayera al agua e inmediatamente fue tomado por este dientudo que me sorprendió. Lástima que en aquel entonces no conocíamos casi nada sobre pesca con mosca. Podemos por lo tanto considerar como alternativa el uso de esas imitaciones en nuestras cercanas lagunas para pescar chanchitas, dientudos y hasta tarariras, (en los Estados Unidos hay diseños de alguaciles adultos que se usan para la pesca del bass). Para finalizar La presente nota no pretende ser un tratado científico, ya que para eso
están los entomólogos. Mario Capovía del Cet
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