NADA NUEVO BAJO EL SOL....
Alguna vez leí algo así como que no queda nada por
inventar, tan solo habría que remitirse a lo ya escrito para descubrir que toda idea que
se nos pueda ocurrir, aunque nos parezca muy novedosa, ya fue pensada en otras épocas.
En lo que respecta a los artículos de pesca, un sinnúmero de ideas fueron quedando en el
camino por ineficientes o porque, si bien el concepto era excelente, no existía
tecnología suficiente para ponerla en práctica. Algunos fueron superándose con el
tiempo; otros han sido tan exitosos que mantienen su forma original aún después de
muchas décadas.
En este sentido, un accesorio que parece haber quedado rezagado en su desarrollo pero que
se ha impuesto en la últimas dos décadas es el "Belly Boat".
Para la mayoría de los pescadores el Belly Boat es un producto totalmente nuevo que
surgió en los últimos años y que ha ido evolucionando asombrosamente partiendo del
cerrado o circular, pasando por los de forma en "U" (ambos se usan con patas de
rana) hasta llegar a los más sofisticados construídos sobre pontones individuales con el
asiento fuera del agua y remos.
Hoy en día no hay comercio que no publicite una o más marcas de este artículo con sus
correspondiente modelos.
Y sin embargo la idea no es para nada de novedosa. Hace un par de meses llegó a mis manos
un ejemplar de una guía industrial francesa compuesta de 1200 páginas, la cual contiene
miles de grabados describendo productos. Lamentablemente su tapa se ha perdido y en su
interior no hay fecha que permita saber de que época data.
Contiene entre otras tantas cosas un capítulo dedicado a pesca, con descripciones de
cañas de greenheart, hickory y bambú. Teniendo en cuenta que las primeras cañas de
fibra de vidrio se comienzan a fabricar en los 50 y el tipo de reels y señuelos que
comercializa, podría arriesgarme a pensar que sería de la década del 30
aproximadamente.
Grande fue mi sorpresa cuando en las últimas páginas de este capítulo encontré estos
grabados describiendo un modelo de belly boat que, si bien no tiene respaldo, sí tiene
una asombrosa similitud con los actuales.
Dado el volumen y fragilidad de esta publicación, no me animé a
presionarla demasiado sobre el scanner, por temor a desarmarlo quedando la imagen en su
extremo derecho un poco cortada. De todos modos los grabados son suficientemente claros y
hablan por si mismos.
Desconozco la antigüedad de los orígenes de estos elementos tan populares hoy en día,
pero es evidente que el concepto no tenía nada de nuevo en aquel entonces.
Esto confirma que, si nos remitimos al pasado, podríamos descubrir una infinidad de
teorías que quedaron demoradas la espera de un tiempo mejor.
Mario Capovía Del Cet