Tierra de Monstruos II La Boca Del Limay

Escribe: Luciano Bacci

En este tema, o mejor dicho en este ámbito, posiblemente no sea la persona indicada para escribir esta nota ya que soy relativamente nuevo en esto de tratar de pescar con mosca a las grandes bestias de los ríos patagónicos. Pero trataré de no mentir demasiado y comentar un poco esto de la tierra de monstruos, como dice el Pelado Ricigliano, y comentarles
sobre una zona que él precisamente no les contó y que es de igual forma un estandarte de la buena pesca y de grandes monstruos. Es "ella, la grande, la boca del Limay".
Este ambiente es muy particular ya que es donde el lago muere y donde nace el gran río Limay, y es muy particular digo, porque es un lugar en donde confluyen dos grandes ambientes que albergan una cantidad de truchas muy importantes que se mueven en ambos sentidos. La boca es una especie de lugar de paso, o mejor dicho el lugar de transición entre los dos ambientes en donde las truchas migratorias de agua dulce, como son las marrones plateadas que todos conocemos (v. Nota No. 9 AdeP) y que van y viene en el río desde el lago Nahuel Huapi o desde el embalse de Alicura, realizan una especie de parada antes de entrar al río o de salir de él y en este caso refiriéndonos a las marrones residentes del
lago que entran y salen del río durante toda la temporada.
La boca podríamos decir que se dividen dos excelentes ambientes de pesca: uno la boca propiamente dicha, en la cual tengo un poco mas de experiencia, y otra donde nace el río, donde se descuelga el agua del lago para transformarse en río y que llega hasta el puente de la ruta 237.

La Boca...
Este es un lugar de quietud absoluta o de brava furia, pero en ambos casos una tierra de monstruos...
Posee dos márgenes pescables con condiciones totalmente diferentes en las cuales se pueden experimentar sensaciones diferentes.
Como antes les comenté, soy nuevo en esto, recién estoy por entrar a mi novena temporada de pesca en la Patagonia, pero desde hace un par de ellos me he transformado en un asiduo y fanático pescador de las bocas.
Esto, gracias a las amistades que uno cultiva en este hermoso deporte y la experiencia que se va adquiriendo con el tiempo, podría decirse que uno... crece.
Mi afición por la boca llegó hace no mas de dos temporadas, sin contar esta que recién empieza, dado que un par de amigos me dijeron que me dejara de jorobar con eso de los equipos livianos y que si deseaba sacar una trucha grande debía ir a buscarla y por lo tanto debía dejar la caña tres y agarrar la ocho, por lo que decidí comprarme una caña para línea
siete de 9 ? pies de largo para poder ir al río y a la ansiada boca.
Fue así como conocí al Pica (Ricardo Picapietra) un gran mosquero precisamente de la boca, con quien comencé a ir hasta llegar al punto de ir dos y hasta tres veces por semana a la madrugada durante toda la temporada.
Con el Pica aprendí mucho, a posicionarme, a lanzar a distancia y a esperar, sobre todo. Esperar ese pique descomunal en forma de lavarropas, como dice el Pelado.
Para algunos la pesca en la boca dicen que es muy sencilla pero yo creo que no es así ya que día a día veo pescadores que van y que se vuelven con la cabeza gacha por no haber tenido ni un toque y haber estado hasta tarde tirando cuando los demás se han ido.
Por alguna razón no todos pescan y esta es porque todos piensan que es ir y tirar, y precisamente no solo es tirar sino que también es saber dónde tirar, cómo corregir, cómo derivar la mosca, ya que en este lugarlo mas importante es la tranquilidad, entrar con cautela. En la mayoría de los casos, por lo menos que me han ocurrido a mi, fueron de pescar enormes marrones a solo un shooting de distancia, cuando lo estamos sacando para comenzar los lanzamientos. Con esto quiero decir que siempre que entremos a un ambiente a pescar debemos hacerlo con toda la cautela posible ya que las truchas están ahí, a en nuestros pies, y sin pensarlo las estamos pisando. En la boca ocurre lo mismo dado que en el medio de la corriente -donde esta el denominado "chupón"- las truchas deben realizar un gran esfuerzo para mantenerse allí y además es un lugar donde no abunda el alimento, al contrario. En la cercanía de las costas, la corriente es menor y el alimento abunda, por lo que nuestra
pesca debe ser cautelosa logrando realizar un barrido aumentando la distancia en cada tiro.

El ambiente...
El ambiente es muy particular ya que es el ingreso de un caudal muy grande proveniente del lago al río lo que provoca -dado también por la pendiente- una aceleración del agua en esa zona y forma el "chupón", el lugar donde desborda el lago y comienza el río, con aguas quebradas, profundas y peligrosas donde nos esperan estos monstruos.
En la boca se encuentra la famosa "barda" que cruza de lado a lado del río y que no es mas que el veril del lago que termina abruptamente.
Está, a principios de la temporada, completamente sumergida lo que la hace totalmente invisible, pero a medida que la temporada avanza comienza a descubrirse con lo cual los pescadores comienzan a desesperarse para poder subirse a ella y así poder lograr hacer la
diferencia. Con el avance paulatino de la temporada la barda sigue emergiendo y lo hace primero del lado de Río Negro con la llamada "piedra mesada", denominación que recibe una enorme piedra que allí se encuentra y que da el comienzo a la barda. Posteriormente comienza a poder accederse al lado Neuquino ya que de este lado, entre la barda y
la costa, existe una especie de canaleta que impide poder acceder a ella cuando del lado de Río Negro ya lo han hecho.
Con el correr de la temporada y el descubrimiento de la barda, el chupón comienza a desplazarse mas hacia el lado Neuquino dado que dicha barda hace de muro de contención y evita que el agua fluya del lado Rionegrino.
La costa de Río Negro tiene la característica de recibir el agua de izquierda a derecha en prácticamente toda su extensión. Casi se podría decir que el agua va hacia la costa opuesta tratando de chocarla, por lo que nuestra deriva es mas pareja y la línea no se nos viene encima. Al contrario de lo que ocurre en la costa de Neuquén, en donde las posibilidades de pesca hacen que tengamos que pescarla tirando hacia delante con mas viento, que la mayoría de las veces se manifiesta bastante hasta llegar al punto de no dejarnos castear.
Sobre la margen de Neuquén y desde la barda hacia el puente encontramos una zona de mucha correntada y de acceso muy difícil sobre todo con el oleaje, por lo tanto recién resulta cómodo tirar sobre un pozón que se forma a la altura de un alambrado que se dirige perpendicular al río.
Acá, el desplazamiento río abajo debe ser cuidadoso porque el fondo con grandes piedras partidas hace que nuestro caminar sea a los tropezones.
Si avanzamos hacia el puente por la margen de Río Negro, tenemos el veril siempre próximo que nos impide vadear y a medida que nos acercamos al puente el talud natural de esta costa más los arbustos impiden el back cast y limita -o por lo menos incomoda- el lanzamiento, no obstante de esa costa casi siempre se cuenta con la ayuda del viento, siempre fuerte, vendrá de izquierda a derecha retirando la mosca de nuestra cara y en algunos días desde atrás y a la izquierda, que para los que somos diestros nos favorecerá el cast hacia adelante.
Prosiguiendo con la descripción del río del lado Neuquino podemos nombrar unos cuantos buenos pools, el primero se encuentra enseguida de la boca, a unos 50 mts, y que está marcado por un alambrado ubicado en forma perpendicular al río y que llega hasta éste, posteriormente encontramos un buen flat corto que desemboca en un pozón marcado por
unos álamos justo a la mitad del recorrido del río en el cual podemos ganar unos cuantos metros adentrándonos en el río y así poder realizar un cast sin inconvenientes por los árboles. Hasta que llegamos a la piedra anterior al pool del molino, marcado este por un molino que se puede observar justo detrás de nuestra cabeza, a los pies del cual existe un pequeño espacio libre de vegetación por el cual hay que volar nuestra línea para poder conectar un buen tiro con posibilidades de pesca. Este ultimo pool es de una gran profundidad por lo que nuestra mosca por mas lastrada que esté y sea cual fuere el tipo de línea que
utilicemos es poco probable que lleguemos al fondo.
A principios de temporada las truchas se ubican tanto por detrás de la barda como por delante en el lago propiamente dicho sobre la corriente que genera el comienzo del río esperando todo aquello que venga derivando con la corriente y que sirva de -o que parezca- alimento. A
medida que la temporada avanza y comienza a bajar el caudal del río, con lo que la barda se comienza a hacer mas notoria, los peces que se arriman a la boca para alimentarse lo hacen sobre el veril o barda del lago, o en el lago mismo en inmediaciones del chupón, o lo hacen por detrás de la barda en los diferentes pozones y flats del río en las cercanías del lago.
En mi caso particular las busco sobre esta barda del lago casteando hacia la mismo y dejando que la deriva arrastre mi mosca por sobre donde están los peces y por último se meta al río.
El río propiamente dicho es un ambiente difícil de pescar dado por la corriente y la fuerza de el agua que arrastra nuestra mosca a gran velocidad realizando una pasada rápida y de escasa profundidad.
Todo pescador que intenta pescar la boca tiene -y debe- tener en cuenta indefectiblemente la barda que allí existe y que cruza al río de lado a lado.
Por qué digo esto? Porque depende de la época de el año y la altura del río, se puede llegar a ella y por sus bordes y adentrarse mucho mas en la boca y así poder llegar a donde están los verdaderos monstruos, y si no se la deberá pescar desde abajo con lo que nuestros lanzamientos deberán ser mucho mas largos y precisos.
De abajo se la puede pescar con chances ciertas de obtener uno o varios buenos piques entre tres o cuatro pescadores de cada lado del río, pero al acceder a la barda las posibilidades se reducen a un pescador bien ubicado del lado de río Negro, ya que un segundo se verá obstruido radicalmente por este primero, y no mas de dos pescadores de la costa de
Neuquen con mas posibilidades por parte de ambos en donde ya un tercero será medianamente obstruido por los dos primeros; a todo esto hay que descontarle aquellos que tienen la llamada "suerte" por no decirlo de otro modo y que pinchan alguna trucha estando de último casi cayéndose de la punta de la barda.
Con esto quiero recalcar que solo aquellos que mas de adentran en el río tienen mas chances de clavar un gran pez, y por este motivo es de real importancia y está marcado a fuego en la cortesía de los buenos pescadores el echo de rotar los lugares en las bocas. Esto está por demás decirlo, pero quien obtiene una pieza deberá tratar de pelearla dejando el lugar al que esta detrás suyo ya que de esta manera está dejando la posibilidad a otro de pescar una buena pieza también.
Otro detalle a tener en cuenta es que como las dos costas son totalmente distintas, la de el lado neuquino es mucho mas efectiva pero es igualmente peligrosa debido a la irregularidad de su costa y la abundante cantidad de piedras de gran tamaño que allí existen y además
los pozos que entre ellas se generan con lo cual el resbalar y caer al agua nos significaría, además de mojarnos por completo, el hecho de ser arrastrado por la corriente unos cuantos metros... con lo que ellosignifica.

Las moscas...
Las moscas a utilizar pueden ser muchas, ya que como dice un amigo:
cuando toman... toman. Eso es muy cierto ya que las he probado todas con similares resultados pero siempre existe una que es la mas rendidora y corresponde a la que mas fe le tenemos. En mi caso, y en el de quienes me acompañan, uso moscas que provoquen gran contraste y de buen volumen, pues es esto a lo que destructivamente se abalanzan los peces.
Wolly bugers, rabbits, fuzzy wuzzy, grandes matukas o grandes bunnys en colores que den buen contraste como el verde oliva o el negro con algún toque de brillo para cuando el sol este bien arriba y podamos seguir pescando con la misma mosca.
En este lugar podríamos tirar un trapo atado al anzuelo que si genera el contraste necesario y tiene movimiento, que en definitiva es lo que da sensación de vida, pescaríamos de la misma forma que con un mosca atada por el mejor atador o hecha con gran empeño. Esto es producto que en las primeras horas del día, o en las últimas de la tarde, los peces se
podría decir que "pierden" o mejor dicho pierden esa agudez de distinguir los colores brillantes y comienzan a distinguir y localizar las presas por contraste. Imaginen que están en la noche del bosque o de la estepa y observan a la distancia un silueta caminando no
distinguirían de que color es sino que verían su contorno o su forma pero no sus colores, lo mismo ocurre con los peces en las horas de poca o nula luz. Por esta razón es que les digo que la mosca a estas horas no es el limitante, cualquier "gato"... pesca.

Como pescarla...
La forma de pescarla es bastante simple, desde el punto de vista de alguien que esta familiarizado con la pesca en ríos y mas precisamente con sus bocas. Por lo tanto, en este caso, lo que debemos tratar de hacer es un barrido progresivo del sector donde comenzamos, en forma ascendente en distancia y tratando de poder realizar derivas cada vez mas largas y controladas.
Estos lanzamientos deben ser realizados en forma perpendicular a la corriente y levemente cruzados hacia nuestra derecha, para el caso de estar en Río Negro y hacia la izquierda si estamos del lado de Neuquen.
En tanto que al río lo pescaremos de manera similar a la que lo hacemos en cualquier otro río, en la nota anterior se explica de forma muy sencilla. "Tierra de monstruos" por Guillermo Ricigliano.
A medida que avanzamos en la rotación debemos tratar de realizar este barrido hasta poder lograr lanzamientos de al menos 30 metros, con lo cual estaremos en una distancia por demás aceptable como para sentir el rigor de los monstruos que allí reinan.
Con el correr de las horas y el comienzo del día o el fin del mismo, los lanzamientos se van haciendo cada vez mas largos y mas precisos. De otra forma nos iremos sin captura alguna.
A su vez en las horas diurnas podemos, si lo hacemos con sigilo, lograr algunas capturas con moscas secas de buen tamaño, estilo madame X.

La boca de antaño...
Esta era una verdadera tierra de monstruos ya que sacar una trucha de cinco kilos era tener un día normal , aun hoy se pueden pescar algunas "bestias" por sobre los siete kilos, y un gran número de las "chicas de tres kilos". Cómo es posible esto? Gracias al esfuerzo de algunos
pioneros, que hace mas o menos veinte años (cuando a muy pocos se le ocurría ) empezó a juntar firmas para hacer de la boca un lugar de pesca y devolución, y a su vez reservado para la modalidad mosca. Esto generó en el ambiente pescador de Bariloche una rápida reacción, no como sería hoy -positiva-, sino por el contrario, adversa. Claro, imaginen a un pescador con caña para spinning, de tres metros, con nylon del 0.40 mm, lanzando criollas y costers caseras de plomo de aproximadamente 50 gramos. Encontraban en la boca del Limay un lugar ideal, donde podían sacrificar hasta 2 piezas por día, y sin problemas climáticos ya que la boca se autoveda para el mosquero el 50 % o mas de los días por recibir los vientos del oeste (bien de frente).
Esta reacción trajo varios waders rotos y (ya que los cuchareros no necesitaban vadear tanto y se ponían por detrás de los mosqueros) un par de idas por el río.... te acordás Dipa, cuando lo agarraste al Turco del cogote y te tiraste con el por la boca? Claro, vos tenías chaleco inflable... éramos todos pibes y queríamos cambiar las cosas. Los veteranos amantes de la cuchara no nos entendían, excepto el "viejo Vittorio Baruzzi", descubridor de la boca del Limay, porque hasta que Don Vittorio no la hizo popular a través de sus memorables capturas, nadie -y esto es así-, nadie pescaba la boca del río Limay. Era para los pescadores de esa época algo imposible, porque el agua "entraba al río".
En los principios se pescaban las desembocaduras. Quién se imaginaba pescando en una embocadura? Nadie. En aquellos años la mas popular era la desembocadura del río Ñirihuau, hoy tan castigada y desprotegida -verano o invierno- que "ni piedras" le quedan, a la boca ni al río.
Cuando antaño, era mejor pesquero que el mismo Limay... pero volvamos a la boca años 80´. Con el impulso de pescadores en forma individual como Oscar Baruzzi, Ricardo Ameijeiras, Carlos Manazzoni, Diego Guglielmi, y otros, se logró la zona exclusiva para pesca con mosca. Digo en forma individual, ya que en aquella época la Asoc. De Pesca y Caza Nahuel
Huapi estaba regida por honorables pescadores pero con otro criterio al de aquellos soñadores a los cuales, no hay duda, les debemos que –aun hoy- la Boca sea tierra de MONSTRUOS.
Agradezco la colaboración incondicional de Ricardo Picapietra "el Pica" y de Fernando González "el Gallego", grandes pescadores y amigos, a ellos gracias.


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