Editorial Boletín Mosquero, Invierno de 1995
En la sección Conservación de este boletín se describe la aparición de un brote de la Enfermedad Giratoria de las Truchas o Whirling Disease, en el Estado de Montana. Ante el peligro de que el flagelo llegue a la Argentina, Concientes del objetivo estatutario de la Asociación, que nos manda preservar los pesqueros del país, y de nuestra responsabilidad como pescadores y deportistas, en el artículo alertamos a nuestros lectores y formulamos recomendaciones sanitarias. Pero la contribución dc la Asociación Argentina de Pesca con mosca no podía limitarse al ámbito de sus Socios.
En nuestro país tomamos contacto con las agencias relacionadas con la pesca provinciales y cíe la nación, intercambiando información y formulando propuestas concretas para coordinar la prevención. Asimismo, nos dirigimos a otras instituciones que agrupan a pescadores y guías de pesca subrayando su responsabilidad en la adopción de medidas sanitarias. Las revistas de difusión que leen los pescadores también recibieron cartas nuestras, pidiéndoles que se hagan eco dcl problema y que difundan las recomendaciones preventivas.
También tomamos contacto con el extranjero. Nos dirigimos a organismos técnicos, Como la U.S. Fish and Wíldlife services Fish Technology Center, y a especialistas que han efectuado presentaciones técnicas sobre la enfermedad, para pedir asesoramiento sobre las medidas preventivas que deben adoptar los pescadores. Además, nos comunicamos con las organizaciones conservacionistas de pescadores, como Trout Unlimited y la Federation of Fly Fishers, solicitándoles que también recomienden medidas profilácticas a sus Socios que se propongan viajar a nuestro país.
Finalmente, le escribimos a los editores de las revistas extranjeras de mayor difusión, solicitándoles que publiquen las recomendaciones a sus lectores, y a los autores de los artículos ya publicados para agradecerles las recomendaciones que ya han efectuado para evitar la propagación del mal.
Toda esta actividad es un ejemplo dc lo que puede hacer la Asociación, para conservar la calidad dc nuestra pesca. Esta contribución, y las respuestas obtenidas, son el fruto de veintiún años de labor consecuente, y del esfuerzo de nuestros asociados, que nos apoyan constantemente.
LA COMISIÓN DIRECTIVA